Una de nuestras queridas damas, Hatter Mad, ha querido regalarnos esta preciosa reflexión sobre su propia experiencia en el Lolita, esperamos que la disfrutéis tanto como nosotros.
"Hace un año que visto Lolita, lo visto siempre que puedo y cualquier ocasión, como ir al cine, salir con mi novio o quedar con la comunidad Lolita; es una buena “excusa”. Para mí el Lolita va más allá de vestirte para los demás, si es cierto que cuando tienes un evento intentas ir más linda o arreglada, pero el Lolita en mi opinión significa vestirte para ti misma.
Recuerdo el día que conocí el Lolita como si fuese ayer.
Aunque a los 16 me empezó a gustar todo lo relacionado con el manga y la
cultura japonesa, hasta los 17 no descubrí este estilo. Estaba buscando
imágenes sobre Harajuku porque me encantaba ver todas las modas alternativas
que allí se concentraban, entonces me topé con muchas chicas haciendo uso de
hermosos vestidos que parecían sacados de cuentos de hadas y en ese preciso
instante me enamoré loca y perdidamente, entonces descubrí que esas “princesas”
usaban una moda llamada Lolita. Yo me quería ver tan lindas como ellas. Empecé,
pues en mis intentos de Lolita, ya que no sabía dónde se compraba la ropa ni
tenía tarjeta de crédito intentaba “lolitizar” mi armario, obviamente aquello
no era Lolita propiamente dicho, pero yo era feliz.
Así fui poco a poco descubriendo más sobre este
fantástico mundo de encajes y al poco tiempo me compré mi primera falda,
totalmente rosa palo con puntillas y encajes en blancos. No tenía un petticoat,
ni si quiera sabía lo que era, pero yo me ponía esa falda y me sentía preciosa.
Tiempo después, a los 18 conseguí mi segunda falda lolita y de nuevo era feliz
haciendo mis mezclas raras. A los 21 y por problemas personales me alejé de
todo ese mundo que había creado en mi mente y viendo fotos en internet.
Sinceramente, llegué a pensar que el Lolita jamás sería
para mí, que no podría vestir nunca tan linda como las chicas japonesas que
tanto admiraba a través de la pantalla del ordenador. Entonces, un día ocurrió:
cuando ya había olvidado por completo el Lolita y pensaba que nunca lo
vestiría, el Lolita se topó conmigo y me encontró. Gracias a una chica de la
comunidad Dames Antiques conseguí mi primer vestido lolita propiamente dicho y
de nuevo comencé a soñar y a sentirme princesa.
Cuando ya tenía tres vestidos y tras hablar con otra
chica de la comunidad decidí adentrarme en la comunidad Lolita canaria, una
comunidad que yo sabía que existía pero que no me atrevía a conocer porque me
parecían totalmente hermosas y fuera de mi alcance Lolita *risas*.
El Lolita para mí empezó antes que la comunidad, pero la
comunidad me dio fuerzas para adentrarme mucho más en este mundo de lacitos y
encajes. Y finalmente, y tras un año de nuevo me siento hermosa, me siento una
princesa y me siento fuerte.